Un dia el vino, toco a mi puerta y anunció su llegada. Yo esperaba que no fuera nada malo, ya que no estaba acostumbrada a recibir visitas de su parte. Escuché el sonido de sus muy rigidos anillos golpearse contra la puerta de acero reforsado con hierro indestructible, no respondí al primer llamado, pués me resultaba extraño y me causaba una sensacion de frialdad y temor a la vez , pero otra vez volví a escuchar ese incómodo y pausado sonido. Traté y traté de ignorarlo pero seguí oyéndolo. Totalmente fuera de mí, tomé mi abrigo abrí la ventana, y sali por el patio trasero de la casa. 
Muchas veces había recibido su visita inesperada sólo que no sabía lo que eso implicaba. Cada vez que tocaba a mi puerta yo le habría sin más. Solíamos divertirnos, pasar buenos momentos, hasta que me dí cuenta de la realidad. Cada vez que me vicitaba era lo mismo una y otra vez. Ya estaba cansada, yo ya no podía pretender más nada de su parte. El prometió volver pero me advirtió: ''Al anunciar mi llegada una y otra vez abrime las puertas y vas a ver que alguna vez seré aquel que tanto esperabas y anciabas ver''.


Sofia V.

1 comentario: