En un cuarto vacío, solos estaban los dos. Las miradas que se cruzaban y la incomodidad que merodeaba. 
Aún no sabían que esa luz que se veía reflejada en sus sueños era el fin de ese oscuro túnel. Pero al mirarse a los ojos sentían ese sentimiento de placer que solo se siente con la persona indicada. Ese sentimiento que muy pocos conocen, ese que solo algunos encuentran y que todos confunden. 
Y ¿qué me importan las peleas? ¿si al fin y al cabo lo que cuenta es la reconciliación?
Y amo este sentimiento de no saber que pasará, que dependo de vos para que mi corazón no estalle.

Sofi

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