Estrenando una sonrisa, abrazo a mi suerte y le pido que se quede. No para siempre, pero hasta que esas heridas sanen. Las heridas de la destrucción de cada paso en falso que doy. Y cada paso es esencial para escuchar a mi razón, esa que me dice lo que creo y lo que soy.
Por que creer que con lo que tengo estoy bien? si puedo luchar por más, por más tiempo que perder buscando algo que no es. Esa es la base de la vida, creer que me falta algo cuando en realidad tengo más de lo que nadie puede creer.
Y amo cada momento, esos instantes de felicidad me llenan de gloria. Siento que triunfé.
Hay diás en que entro en mi propia locura de pensar en todas las maravillosas cosas que me regala la vida y yo tan tranquila aspirando cada segundo y durmiendo en mi propia felicidad.

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